Junio, un mes que para muchos está lleno de luz y celebraciones, como el Día del Padre, puede traer consigo una mezcla de emociones profundas y complejas para aquellos que han perdido a su padre. En este contexto, el duelo se convierte en un proceso inevitablemente ligado a la memoria y al amor, un viaje que cada persona atraviesa de manera única y personal.
Perder a un padre es enfrentarse a una ausencia que parece impregnar todos los aspectos de la vida cotidiana. El dolor puede sentirse especialmente agudo en días significativos como los aniversarios y celebraciones familiares. En Junio, cuando la sociedad rinde homenaje a los padres, aquellos que han experimentado esta pérdida pueden sentir una dualidad de emociones: el anhelo de su presencia y la gratitud por los recuerdos compartidos.
El duelo no es un camino lineal, sino un recorrido lleno de altibajos. Enfrentar la realidad de la pérdida implica permitirse sentir el dolor, pero también abrirse a la posibilidad de la sanación. Es un proceso de reconciliación con la ausencia física, mientras se encuentra un nuevo tipo de presencia en los recuerdos, enseñanzas y amor que perduran. Cada lágrima derramada es una expresión de amor, cada recuerdo evocado es un testimonio de la conexión que nunca se desvanece.
En este mes de Junio, podemos encontrar consuelo al recordar que el duelo es una forma de honrar a aquellos que ya no están físicamente con nosotros. Es importante rodearse de personas que comprendan y respeten este proceso, y no tener miedo de buscar apoyo profesional si es necesario. Cada persona encuentra su manera de sobrellevar la pérdida: algunos encuentran paz en la soledad, otros en la compañía de amigos y familiares, y muchos en la combinación de ambos.
Recordemos que los padres que hemos perdido siguen viviendo en nuestras acciones, en nuestras palabras y en el legado que han dejado. Honrar su memoria puede significar vivir de una manera que refleje los valores y enseñanzas que nos impartieron. En Junio, celebremos el amor eterno y el impacto duradero de nuestros padres, sabiendo que su influencia sigue guiándonos, incluso en su ausencia.
En última instancia, el duelo es un viaje hacia la aceptación y la paz. A medida que avanzamos por este camino, aprendemos a vivir con la pérdida, integrándola en nuestras vidas de manera que nos permita recordar con amor y gratitud, más que con tristeza. Este Junio, permitámonos sentir, recordar y, sobre todo, sanar.
Referencia: Cubeiro, L. (2017) Duelo ante la pérdida de progenitores: una revisión bibliográfica. Universidad de Jaén. Jaén, España.
En el mes de mayo, un mes que muchas veces dedicamos a celebrar y honrar a las madres, también puede ser un tiempo profundo y emotivo para aquellos que han perdido a sus madres. Este mes nos invita a reflexionar sobre el manejo del duelo y la manera en que navegamos por la ausencia de alguien tan fundamental en nuestras vidas.
Perder a una madre es una de las experiencias más dolorosas que podemos enfrentar. La relación con una madre suele estar cargada de amor incondicional, protección y enseñanzas que nos acompañan durante toda la vida. Cuando ella ya no está, sentimos un vacío que parece insuperable. Mayo, con sus flores y celebraciones del Día de la Madre, puede agudizar ese sentimiento de pérdida, pero también ofrece una oportunidad para el recuerdo y la sanación.
El duelo es un proceso único y personal. No hay una manera correcta o incorrecta de manejarlo. Algunos encuentran consuelo en compartir recuerdos y anécdotas con amigos y familiares, manteniendo viva la memoria de su madre a través de las historias y los legados que dejó. Otros pueden buscar momentos de soledad y reflexión, permitiéndose sentir y procesar cada emoción que emerge. Es importante recordar que el duelo no tiene un límite de tiempo. Las olas de tristeza pueden aparecer y desaparecer incluso años después de la pérdida. Lo esencial es permitirnos sentir, sin juzgarnos por cómo estamos manejando nuestra pena. Cada lágrima, cada sonrisa al recordar, cada instante de nostalgia es una parte necesaria del camino hacia la aceptación y la paz.
Mayo también puede ser una oportunidad para honrar a las madres de maneras significativas. Plantar un jardín en su memoria, dedicarle una carta o simplemente llevar a cabo alguna de las tradiciones que ella apreciaba, son formas de mantener viva su esencia en nuestras vidas. Estos actos simbólicos pueden proporcionar un sentido de cercanía y continuidad, incluso en su ausencia. La pérdida de una madre cambia nuestras vidas para siempre, pero también puede enseñarnos mucho sobre la resiliencia y la capacidad de amar profundamente. Al conmemorar su memoria en este mes de mayo, encontramos fortaleza en el amor que nos dio y en las lecciones que nos dejó. Su influencia perdura, guiándonos y sosteniéndonos, recordándonos que el vínculo con una madre trasciende el tiempo y la distancia.
En este mes dedicado a las madres, desde Parque Cementerio Zipaquirá, celebremos a quienes ya no están con nosotros con gratitud y amor. Reconozcamos la tristeza, pero también permitámonos encontrar consuelo en los recuerdos y en la certeza de que su legado vive en nosotros, en cada acción, en cada decisión, en cada gesto de amor.
Fundasil (2020) Manejo del Duelo. UNICEF.
Hoy, en el Día Mundial de la Prevención del Suicidio, nos unimos para reflexionar sobre la importancia de la vida y la necesidad de apoyar a quienes atraviesan momentos de desesperanza. En la Unidad de Duelo del Parque Cementerio Zipaquirá, reconocemos que el dolor de la pérdida por suicidio es una herida profunda que toca no solo a quienes han partido, sino también a quienes quedan atrás, enfrentando un dolor indescriptible y muchas veces silenciado. Este día nos invita a mirar más allá de las apariencias, a reconocer la fragilidad de la existencia humana y a tender puentes de comprensión y apoyo. La prevención del suicidio no solo es un esfuerzo individual, sino una responsabilidad colectiva. Escuchar, acompañar y estar presentes para quienes nos rodean puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. En la Unidad de Duelo, trabajamos cada día para ofrecer un espacio seguro donde el duelo pueda ser expresado y compartido, donde las emociones más profundas puedan encontrar eco en el entendimiento y la compasión. Sabemos que cada historia es única y que el camino hacia la sanación es un proceso delicado y personal. Por eso, queremos recordar que no están solos; hay luz al final del túnel y juntos podemos encontrarla.
Más allá del Dolor, publicado en la edición número 35 de la revista de la Corporación Nacional de Empresas de Servicios Funerarios - Remanso en este articulo, abordamos cómo acompañamos a las personas en su proceso de duelo, desde una perspectiva integral que prioriza el bienestar emocional.
Unidad de Duelo Previvir
El duelo es una experiencia emocional y psicológica universal, enfrentada ante la pérdida de un ser querido. La Unidad de Duelo Previvir del Parque Cementerio Zipaquirá está dedicada a acompañar a quienes transitan este doloroso proceso, ofreciendo apoyo psicológico y pedagógico tanto a la comunidad como a interesados en comprender mejor el duelo y la muerte. Su misión es ofrecer un espacio de acompañamiento gratuito y comprometido que alcance tanto a familias como a diversas organizaciones, promoviendo un duelo adecuado y respetuoso.
Enfoque Ético y Humano
La Unidad se basa en principios como la solidaridad y la dignidad, buscando siempre realizar intervenciones con sensibilidad y consideración hacia las necesidades de cada persona. Además, asegura la confidencialidad de la información y sigue los lineamientos legales y éticos del ejercicio de la psicología en Colombia. Su visión es convertirse en un referente líder en Zipaquirá para el 2024, ofreciendo servicios gratuitos y abiertos a todos sin importar religión o postura política.
El Duelo en Primera Persona
Jenifer, una persona que ha encontrado apoyo en la Unidad de Duelo Previvir, comparte su experiencia de pérdida. Su relato refleja la mezcla de dolor, amor y gratitud que emerge al enfrentar la muerte, destacando cómo el duelo puede llevar a la resignificación de la vida y el amor compartido.
Duelo: De la Pérdida a la Resignificación
El duelo, según estudios psicológicos, atraviesa etapas como la negación, ira, negociación, depresión y aceptación, aunque estas no siempre ocurren de manera lineal. La Unidad de Duelo Previvir emplea estrategias de afrontamiento que permiten a las personas reconstruir el significado de sus vidas tras la pérdida. Además de aliviar el dolor emocional, busca generar una cultura de comprensión en torno a la muerte y el duelo en la comunidad de Zipaquirá.
Reflexión Final
La Unidad de Duelo Previvir acompaña a las personas en su camino hacia la aceptación y sanación, brindando herramientas para enfrentar el dolor, encontrar paz y resignificación en medio de la pérdida.
Mateo Cubides
Psicólogo, investigador y docente universitario
Líder Unidad de Duelo Previvir
Parque Cementerio Zipaquirá
El duelo es una experiencia universal e inevitable que afecta profundamente a cada persona, implicando pensamientos, sentimientos y acciones tras la pérdida de un ser querido. En la Unidad de Acompañamiento Psicológico y Espiritual para el Duelo de Previvir Exequial, promovemos una cultura de cuidado de la vida y el duelo.
Ofrecemos herramientas para afrontar los momentos difíciles y facilitamos un equilibrio emocional saludable. Brindamos apoyo psicológico especializado para acompañar a familias y diversas poblaciones en su proceso de duelo, ayudándoles a encontrar paz y resiliencia.
Sabemos lo difícil que es perder a un ser querido y queremos ofrecerte herramientas y acompañamiento para encontrar paz y resiliencia.
Te esperamos para caminar juntos en este proceso.
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